En 2004 el grupo de trabajo de Bioética de la Sociedad Española de Medicina Familiar publicó un documento titulado "Informatización y confidencialidad de la historia clínica" que fue publicado en la revista Atención Primaria.
Entre los principios deontológicos que en el documento se abordan, hay uno que nos llama poderosamente la atención, el principio de sobriedad (pertinencia).
Los autores exponen "de acuerdo con este principio, los profesionales sanitarios deben limitarse a recabar y registrar lo estrictamente necesario para asegurar una atención médica de calidad. Independientemente de lo difícil que puede resultar eliminar definitivamente datos introducidos en algunos tipos de sistemas informáticos que permiten rescatar archivos aparentemente borrados, es conveniente no registrar, salvo que sea imprescindible, aquellos detalles que, de revelarse, podrían poner en peligro datos muy sensibles de la intimidad de nuestros pacientes".
Creemos que este principio es una de la claves para mantener la confiencialidad; constituye el primer paso, no saber lo que no necesitamos saber es la mejor forma de evitar divulgar o difundir información confidencial.
Los profesionales sanitarios y no sanitarios debemos hacer un esfuerzo importante para reconocer que datos son imprescindibles para realizar el trabajo que tenemos encomendado, que puede ser asistencial o administrativo, sobre pacientes o profesionales... y solo recabar esos datos imprescindibles.
Esto incumbe también a departamentos generales como el departamento de personal, etc...
Primer paso, no pedir información que no necesitamos... sencillo pero brillante.
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