El martes 30 de julio de 2013, en el Centro Cultural "El Liceo" (Navia-Asturias) se celebrará la segunda sesión del ciclo de cine "Ética y Salud" organizado por el Comité de Ética del Área Sanitaria I-Hospital de Jarrio y que bajo el lema "El Derecho a decidir sobre la propia vida" proyecta cuatro películas con objeto de plantearnos diferentes aspectos en relación con la autonomía y el derecho que tienen los ciudadanos para decidir sobre elementos cruciales, su salud y su vida.
En esta sesión podremos disfrutar de una gran película, "El jardinero fiel", película británica del 2005 dirigida por Fernando Meirelles, protagonizada por Ralph Fiennes y Rachel Weisz, basada en la novela del mismo nombre escrita por John Le Carré y que esta basada en los ensayos que las industrias farmacéuticas realizaron con niños nigerianos en 1996.
En 1996 Nigeria estaba siendo sacudida por una gran empidemia de meningitis que afectó a miles de personas en la región de Kano (al norte del país), que se cobró la vida de 25.000 personas en la zona conocida como el cinturón de la meningitis africano, que va desde Senegal y Gambia al oeste hasa Etiopía al este.
Pfizer comenzó un ensayo clínico en niños de un nuevo antibiótico (Trovan) que estaba en la última fase de desarrollo, pero lo hizó según las autoridades nigerianas sin el consentimiento informado escrito de los voluntarios, manipulando datos y pasando por alto la autorización del comité ético nigeriano y del hospital donde se hicieron los ensayos. El resultado del ensayo fue de 11 niños muertos y graves malformaciones físicas y mentales en otros 200.
Uno de los investigadores que participó en el estudio envio una carta a su propia empresa, concretamente, al máximo directivo de la compañía, William Steere; denunciando que las pruebas realizadas habían "violado normas éticas". Un día después de enviar la carta, este investigador fue despedido.
Pfizer siempre mantuvo que tenía autorización de las autoriades sanitarias del país, y que recabó el permiso de los padres (algo negado por ellos); y que las muertes no pueden achacarse a su fármaco ya que solo 6 de los niños fallecidos habían recibido Trovan y los otros cinco habían recibido otro fármaco.
En 2009, Pfizer y el estado de Kano llegarón a un acuerdo extrajudicial. El acuerdo obliga a la industria a pagar 55 millones de euros para indemnizar al estado, a las familias de los fallecidos y a otras decenas de niños que quedaron con discapacidades. El abogado del estado de Kano alegó que la compañía no había obrenido el consentimiento necesario para realizar el ensayo.
El estudio se conoción por primera vez en el 2000, cuando el Washington Post hizo un reportaje sobre las actividades en el extranjero de las compañías farmacéuticas, pero el contenido del informe médico no fue conocido hasta el 2006.
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