En Holanda se establece la primera clínica privada dedicada a la eutanasia. La Levenseindekliniek (en castellano, Clínica para Morir) lleva un año abierta (se abrió en Marzo de 2012) y ya tiene lista de espera. 200 personas componen esa lista de espera en este momento. Esta clínica no tiene habitaciones, ya que desarrollan su labor asistencial en los domicilios de los pacientes, a través de equipos ambulantes.
Han recibido en un año 704 peticiones, de las cuales 104 se han traducido en ayudas para morir.
La ley que regula la eutanasia entró en vigor en Holanda en 2002. En 2011 se recibieron 3695 peticiones en todo el país de médicos de cabecera. Son ellos los que en el sector público aplican la eutanasia; la mayor parte de los pacientes sufren dolencias físicas (procesos oncológicos, enfermedades cardiocirculatorias y trastornos neurológicos). Las solicitudes por problemas mentales son pocas. En la Levenseindekliniek, es al contrario, un 70-80% de las solicitudes reflejan diferentes grados de demencia. En 1/3 había padecimientos psiquiátricos.
En el sector público, en 2011, se practicaron eutanasia a 13 pacientes con problemas psiquiátricos y a 49 con depresión, derivada casi siempre de un proceso de deterioro cognitivo.
Los solicitantes de eutanasia en Holanda, deben ser siempre holandeses, con el seguro médico y la residencia en regla. Los extranjeros precisan residencia legal, póliza sanitaria y buen conocimiento del idioma local. Intentan con estas exigencias, evitar el llamado "turismo de la muerte".
En los problemas mentales, así como en los físicos, se exige que se hayan agotado las posibilidades de mejorar el estado de salud. Se exige así mismo, lucidez, seguridad y sufrir un padecimiento insoportable. El médico debe consultar con otros dos profesionales independientes y uno de ellos debe ser psiquiatra antes de proceder a aplicar la eutanasia. Con la demencia se tiene en cuenta la demanda voluntaria de morir efectuada antes de caer en ese estado. Se analiza para conocer si el afectado consideraba que su vida, sin memoria y dependiente, sería inaceptable.
Se realiza un seguimiento posterior de todos los casos, se envían los informes de las eutanasias realizadas a cinco comisiones regionales que las evalúan. En caso de duda interviene la fiscalía del estado.
Esta clínica privada ha declinado en un año 198 peticiones, y solo acepta peticiones que hayan sido rechazadas por su médico de cabecera. Esta clínica tiene 17 expertos itinerantes y esperan crecer este año hasta los 35 o 40 equipos. Es financiada con donaciones privadas y la practican de forma gratuita para el paciente.
Las comisiones que evalúan las eutanasias han encontrado que ninguna de las 3695 notificaciones relativas al 2011 vulneró la ley; en 4 casos el médico no consultó con suficientes colegas o administró una posología incorrecta de las sustancias.
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