En la primera guía sobre comités de bioética (enlazada en el apartado de documentos de interés en el blog) abordaba el tema de la creación de los comités de bioética; esta segunda entrega nos plantea recomendaciones sobre el funcionamiento de los mismos y la importancia que tiene de elaborar procedimientos de funcionamiento de los mismos.
Los comités de ética son estructuras cuyo objetivo esencial es generar el debate plural sobre determinados aspectos controvertidos que tienen que ver con valores contrapuestos. Es obvio la dificultad de lograr que dichos comités permitan un debate plural y participativo y que además logren avanzar hacia el objetivo de emitir recomendaciones que puedan ayudar a los profesionales, pacientes y organización... sin perderse en reflexiones eternas e inconcretas.
Por otro lado, establecer procedimientos nos ayudará a establecer el marco de funcionamiento entre los miembros del comité en todos sus aspectos, lo cual facilitará la relación entre personas de diferentes origenes y profesiones (variabilidad que garantiza la pluralidad del debate y las conclusiones), evitando conflictos y enfrentamientos sin renunciar al objetivo de añadir valor a la organización.
Lograr procedimentalizar los diferentes procesos que aborda un comité de ética es, sin duda, de importancia capital para desarrollar un trabajo fructífero y coherente. A pesar de esa importancia, intentar establecer esos procedimientos es complejo, y como tarea administrativa que es, parece tediosa y por tanto, se abandona su abordaje en no pocas ocasiones.
Esta guía de la UNESCO nos viene a recordar lo importante que es lograr establecer un marco normativo de funcionamiento para las personas, para regular las relaciones entre las personas, y para evitar conflictos irresolubles... tanto en las instituciones sanitarias como en los comités de ética.
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